Realista se llama al que pisa con los dos pies en la tierra antes de mirar ¿Qué quedó atrás? Tras caudales y caudales de tempestades adversas he vuelto al nido. Mi corazón vuelve a tener melodía, un patrón que seguir y proteger, gestándose en una entraña profunda y oxidada por los años. Puedo ser una mejor versión de mí. Puedo ser, mientras lo deje crecer lo justo para que no me consuma hasta asfixiarme.
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