domingo, 21 de abril de 2013

Párpados de acero

Y así somos
dos cómplices de historias que nos suenan,
intentando averiguar cúal ha de desaparecer
quién será el primero en morir


(a polvos)



lunes, 15 de abril de 2013

Agua oxigenada

Cuida pequeño lo que recuperas
hazte entero
devuélvete la risa de esa tarde
sé que vas a crecer
Olvida y cúrate pronto



domingo, 14 de abril de 2013

Sangre en mis manos

El odio no habla por mí
Yo hablo por el odio



No podía parar, demasiadas balas saliendo disparadas de mi cabeza y de mi lengua. Todo era como una escena de venganza cruel. De arrastrar por los pelos al enemigo y pisotearlo a escupitajos de cada boca. No pretendía provocar más dolor. Sí, pretendía, planeaba la tortura, equilibrar la balanza de daños, dejar mi conciencia vacía, traspasar las lágrimas que guardaba a quien le correspondía derramarlas. Llámame ira, llámame justicia. Me he vuelto demasiado fría para dejarme penetrar por la pena. La compasión me da tirria. A la izquierda de mi pecho lleva tiempo oliendo a podrido. Nunca diré que quería matar con la piel. Clavar el agijón supone el precio de dejarse morir.


domingo, 7 de abril de 2013

No quiero que me recuerden lo que pasó o pudo haber pasado
No está ni debió estar nunca
La historia es vieja
Quiero sanar
No quiero recordar que estuvo
Nunca creí que fuese a caber tanto odio aquí dentro
No hay calma que valga si no me permiten que el pasado no exista
No quiero sus ojos, su pelo, su estupidez, su olor, su crueldad, su egoísmo
No quiero pruebas de que estuvo
Quiero borrar
Quiero sanar y que me dejen sanar el daño



miércoles, 3 de abril de 2013

...

No tengo palabras, ni sé dónde vomitar todo esto. Me estoy pudriendo y eso lo noto. Todo ha cambiado y por primera vez afirmo que estoy asustada. No quiero vivir en un mundo real nunca más. Me viene grande. Todo ha cambiado y no era necesario saberlo. Lo llamo destrozo. Cuatro hachazos fueron suficientes. No por culpabilidad, pero sí por toxicidad. Urgar en mi cabeza no es la mejor de las opciones, pero me persigue. Tocada y hundida. Nunca pensé que fuese a ser así... pero todas estas cicatrices están empezando a ser demasiado difíciles de borrar. Me han chupado la energía, las ganas de estar viva, o más bien de seguir consciente. Nunca debí implicarme tanto. Cada vez que intento correr me sujeta por la espalda de nuevo. Cada vez es una punzada mayor. El tiempo no es ninguna broma. No puedo mirar esos ojos. Borrado cautelar. Soy fuerte hasta cierto punto. Ya no puedo aguantarlo más.