domingo, 24 de marzo de 2013

Internal Shame

El mundo se parte el culo de nosotros
y nosotros del mundo


Quisiera decir sin ánimo de equivocarme que pude estar ciega durante mucho tiempo. No es tan complicado de entender que quien se vende adecuadamente engaña con relativa facilidad a mentes blandas como la mía. Los parásitos no son parásitos hasta que pican las venas. Los vampiros de la no soledad decidieron que mi penitencia debía durar lo más próximo a un año de catastróficas calumnias. Es una historia vieja, de la que no merece la pena comentar. El pasado está impreso con tinta indeleble, pero el descubrir que fue de naturaleza errónea es algo que lleva trabajo interiorizar. No puedo negar que estuvo ahí pero sí cargar con la vergüenza de que ocurrió, y le puse ganas. Es un hecho que sigue sorprendiéndome. Quise por demasiado tiempo, dejé que carcomiese mi indolente esqueleto de madera. No podría haber sido de otra manera. Detrás de la venda no había más que un payaso y una ingenua. Es el pequeño fragmento de un fantasma en mi mente, al que no tengo intención de acudir, ni por sonrisas ni por lágrimas. El sabor del arrepentimiento no es de mi agrado.



domingo, 17 de marzo de 2013

Egoísmo heliocentrista

Quisieras aparentar 
lo que te gustaría estar pensando


He vuelto. Eso dicen. ¿Para quedarme? No estaría del todo segura. Ya hace tiempo que todo resulta obviamente predecible, sin sorpresas en tres metros a la redonda. Puede que le esté cogiendo el tranquillo a esto del ser humano y sus pocas posibilidades. Tan predecible como decepcionante. Hace tiempo que me dedico a suplir instancias, a tapar huecos de lo que mis neuronas exigen que me hace falta. La avería es tan obvia como decepcionante. Quizás no sea más que una pared con demasiadas ventanas, que me haya dedicado a tapiar. Nada de lo que atraje ayudó a que llegase la luz. Llegados al punto de la indiferencia se podría decir que lo mío es mío y lo tuyo es tuyo, y aquí se acaba. No importa los flancos que se abran para mí. Mi corazón es mío y sólo mío y no estoy dispuesta a compartirlo, y eso me temo.. también era de esperar.


lunes, 11 de marzo de 2013

11. 03. 13

Con un pico y una pala
con lo que quede de frío y una manta




No hay palabras que puedan apaciguar tanto desaliento, guardado a lo largo de este poco tiempo. Hay personas indebidas de haberse cruzado en mi camino, con la E de Error, la R de Repetición, o la G de Guillotina. El viento de estas calles ya se ha llevado ésta pérdida de tiempo, a poco perdí la la risa ¿Quién lo diría?
Donde algunos veían peligro yo veía calidez y promesas. Donde creía que había lazos no había más que obsesiones enfermas.
Todos deberíamos tener la oportunidad de aprender a temer, a convertir los malos recuerdos en indiferencia, al igual que los buenos, porque quizás esta sea la lección más valiosa.
Una vez cogida la realidad por los cuernos, ahí reflexione y se desahogue, con el mal tiempo.