sábado, 24 de mayo de 2014

Morgana



"Cada una de las páginas que arranques quedan para enmarcar"

La lectura retrospectiva de mis pasos resultaba menos extensa que densa, materia oscura en su profundidad, absorbente y trascendente a la reflexión. Probablemente llenar los días me habría hecho perderme algo. Sin duda parece ahora que las flechas apuntan hacia donde deberían, como cazando lo que se me llevaba escapando desde hace tiempo. La arquitectura de una atmósfera pequeña que se rompe a hachazos. Hoy caigo con la piel más dura, con la certeza de que las caídas no siempre son hacia abajo. He construido puentes para huir de las corrientes, partir las enredaderas de errores acertados. Nunca fui capaz de izar mis velas a contraviento ni resistir el oleaje como hasta ahora, con mente de sauce, con mente que vence y vuelve a desparramarse para renacer. Me he encontrado en la espesura de letras confusas, en estadíos de miedo, siguiendo líneas pintadas en un papel. Había olvidado mis verdaderas guías, he madurado entre el fango que en primavera florece, echando raíces hacia un sol nocturno. Tantos años de catarsis para descubrir un verdadero astro en mi interior que empuja y desgarra, luchando por alumbrar a través de la coraza que construí para ocultarla. Una sola piedra es necesaria para comenzar a construir mi castillo.


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