miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ingeniería sentimental


Todas las grandes obras comienzan sobre la nada. El espacio sobre el que trabajo tiene un muro frío, angustioso quizás, muchos candados en las entradas y poca luz,.. sobre todo poca luz... Dicen que antes fue un jardín de flores azules que se fueron marchitando una a una, más de uno sabrá a lo que me refiero. Si quiero que me oigan tendré que gritar, puedo esperar a que alguien recoja mi llamada, solo es cuestión de paciencia, el tiempo ya no es un problema si se trata de remontar del todo. Durante la espera podré tirar paredes, romper candados y volver a ser la que era. He de florecer mi jardín de nuevo, flores azules más eléctricas que nunca, he de florecer mi jardín para próximos visitantes. Un disparo en la oscuridad y podré comenzar mi obra. Puede que me haga libre una vez más.

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