sábado, 7 de enero de 2012

Vacíos indiferentes

En el rincón no hay ni polvo ni cajas, tampoco luz. Y en esta tregua no hay heridos, no hay vencidos, ni derrotas ni batallas que perder. Nadie muere en el intento, nadie lucha... ¿ por qué conquistar un corazón?
Nadie a quien ver, nadie a quien creer, o que tener cerca. Ya nadie sueña, ya nadie quita el sueño. Ya nadie espera.
La gente ciega, las cosas no tienen color. Nadie tiene nada que perder, tampoco que ganar, nadie busca su papel, nada es estable. Nadie tiene nada que decir, ni cosas por las que mantenerse callado, nadie a quien mirar a los ojos, nadie busca, nadie encuentra. Nadie sueña con que sueñen hoy con él.
En esta tregua, no hay barreras ni banderas, ni victorias ni batallas que ganar. Ni secretos que esconder bajo la almohada, nada que dar, nada que mueva.
Porque en este punto muerto no hay nada.

 

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